Por lo general, a las personas con discapacidad no les resulta fácil viajar. Y menos a un país como Marruecos, que -como todos los destinos orientales- no está equipado para las necesidades correspondientes. No obstante, se puede afirmar que existiría la necesaria buena voluntad entre las autoridades responsables y los socios de viaje importantes.

Por ello, las personas con discapacidad también son muy bienvenidas en Marruecos.

Una de las ventajas de Marruecos es que los costes de personal son muy bajos. Esto significa que todos los servicios necesarios están disponibles a un precio razonable. La gente también es muy amable y servicial por naturaleza. Esto sólo lo dicta la religión y los deberes de un anfitrión.
La Rose du Sable se propuso hace tiempo crear una oferta convincente en este lugar.

Un miembro de la familia del propietario está en silla de ruedas.
Por ello, todo el complejo hotelero (a excepción de la terraza de la azotea) se planificó hasta el último detalle con la debida conciencia y se construyó para que fuera accesible a las sillas de ruedas.