"La primera reacción fue: ¡eso parece un castillo! Casi lo es, pero está en Marruecos. ¡La casa es un sueño! Entramos en otro mundo. Así es como me lo imagino en 1001 Noches. Pasas la mayor parte del tiempo en la tienda bereber. Sofás muy cómodos, ideales para "holgazanear", es decir, para descansar y no hacer nada. Aquí también se sirve regularmente un whisky bereber (té). Para los niños, hay una pequeña piscina al lado donde pueden refrescarse y jugar. El personal del Rose du Sable es increíblemente agradable y complaciente. Las habitaciones son preciosas y lo que más me gustó fueron los innumerables mosaicos que hay por toda la casa. Ya sea en las paredes, las puertas, las cajas, las camas, las mesas, etc., todo está muy bien diseñado. Han pensado realmente en los usuarios de sillas de ruedas, la planta baja está perfectamente equipada y, por supuesto, es accesible para las sillas de ruedas. También disfruté de las acogedoras veladas con un tajine o el finísimo cuscús, por supuesto bajo el cielo estrellado. Para los que quieran moverse un poco, nada mejor que la Palmeraie que hay detrás de la casa. Un hermoso bosque de palmeras y siempre los campos del pueblo de Agdz en medio. Un paseo por el pueblo también es emocionante, ya que se entra rápidamente en contacto con la población local. Y, por supuesto, hay mucho que ver y experimentar en los alrededores. Nuestra familia lo disfrutó mucho, podemos recomendarlo si alguien quiere unas vacaciones emocionantes."

"Ver la acción desde la terraza, paseos por los jardines del oasis, una comida excelente con un personal cálido: la Rose du Sable es un oasis de tranquilidad en la animada vida cotidiana de Marruecos".

"Cuando llegamos a Agdz, ya estaba oscureciendo, así que nos alegramos de llegar pronto a nuestro destino, el Riad "Rose du Sable" de Katrin. Allí estaba, como sabía por la descripción de Katrin, en el estilo típico de la Kasbah de esta zona. Pero el espléndido interior que encontraríamos superó todas mis expectativas. Las coloridas habitaciones y el jardín también fueron diseñados en el típico estilo bereber y forman un colorido contraste con las casas uniformes de arena del Marruecos sahariano. En cuanto nos instalamos en nuestras habitaciones, nos pusimos cómodos en los mullidos cojines del jardín y nos obsequiaron con un delicioso tajine. Los niños, en cambio, no pudieron resistirse a chapotear primero en la piscina. Durante los tres días que pasamos en Agdz, realizamos emocionantes excursiones por los alrededores. Hay mucho más por descubrir. En el mismo Agdz, hay un mercado absolutamente auténtico cada semana que no debe perderse. Nuestras vacaciones en Marruecos han sido de las mejores y, quién sabe, quizá pronto exploremos otras partes de este fascinante país..."

"La Rose du Sable" es una casa de huéspedes muy bien situada con un toque marroquí. Uno siente inmediatamente que esta casa fue construida y amueblada con gran atención al detalle. Las habitaciones son amplias y agradablemente frescas gracias al aire acondicionado. El hermoso jardín invita a quedarse y la gran carpa proporciona una maravillosa sombra incluso en el calor. Además, podrá refrescarse en la pequeña pero agradable piscina. La cálida acogida y el ambiente familiar son otras buenas razones para pasar unos días sin estrés en el Rose du Sable una vez más".